Capitulo
2
El gruñido del 416 dejo al descubierto sus colmillos afilados. Le
dolía los brazos por donde la tenia sujeta. La había tumbado de un golpe en una
de las mesas de la sala de conferencias y estaba inclinado sobre ella. Su
rostro enfurecido estaba a unas pulgadas del de ella y pudo ver la ira en sus
ojos oscuros. El puro terror inundó a Bella. Abrió la boca, pero no salió nada.
Ella tomó aire. Él gruñó más fuerte y la sujeto con más fuerza.
-"¿Qué demonios haces? Suéltala! "Jadeó el director
Vulturi.
Bella capto movimientos a su alrededor, pero no se atrevió a
desviar su atención de la mirada furiosa del 416. Parecía listo para
desgarrarle la garganta con los dientes. El corazón le latía con tanta fuerza,
que se preguntó si le explotaría dentro de sus costillas.
Había sobrevivido y la mataría como le había prometido.
-"Deja que se vaya", le exigió una voz masculina
firmemente.
-"¿Qué demonios está pasando?" Eso vino de otro hombre
que parecía conmocionado.
-"Edward, deja que se vaya" le pidió otro hombre con una
voz inusualmente profunda.
La mirada llena de rabia de Edward se alejo de la mirada
aterrorizada de Bella cuando giro la cabeza a un lado y le gruñó a alguien de
detrás de él. -"No. Esto es entre ella y yo. Aléjate".
Bella se pasó la lengua por los labios resecos y se sintió algo
aliviada al poder respirar de nuevo. Las manos en sus brazos seguramente le
dejarían moretones. Las lágrimas inundaron sus ojos por el dolor. Estaban en
una habitación llena de hombres y sabia que iba a morir frente a todos ellos en
cuanto Edward regresara su atención hacia ella.
-"Deja que se vaya, Edward." Esa voz masculina se hizo
más amenazadora.-"Por favor".
-"Ella es una de ellos", le gruñó Edward al
hombre.-"Trabajaba como técnico dentro de las instalaciones de pruebas.
Retrocede ahora. Tengo derecho a mi venganza. "
Bella abrió mucho los ojos cuando escucho como una escopeta se
cargaba. Se tragó el nudo que se formó en su garganta y le entro miedo de que
le dispararan para salvarla. Maldita sea, no iba a permitir que eso sucediera.
Todo su terror se disipó ante la preocupación por su vida. Ella lo había
salvado una vez y lo haría de nuevo.
-"Estoy bien." Ella habló tan fuerte como pudo. Su voz
se quebró, pero ella consiguió pronunciar las palabras. -"No le hagáis
daño. Que nadie le dispare. Por favor. "
-"¿Bella?" El Director Vulturi se acerco un poco más.
-"¿De qué está hablando?"
Bella se quedó sin aliento cuando su
verdugo volvió la cabeza para mirarla de nuevo. Un escalofrío le recorrió la
espina dorsal al encontrarse ante esa intensa fría mirada. Sabia que él
definitivamente cumpliría su amenaza. No tenía ninguna duda de que la mataría
encima de la mesa y delante de todos los presentes.
-"Edward", gruñó otra voz masculina.-"Libera a la
mujer. Vamos a arreglar esto de manera razonable. "
-"Es mía", gruñó Edward, obviamente estaba tan enojado
que no podía hablar en un tono normal. Sus dedos se apretaron aún más, las
lágrimas cayeron de sus ojos y se deslizaron por los lados de su cara. No hizo
ningún sonido. Tenia miedo de alterar a los que estaban a su alrededor y
especialmente al que manejaba la escopeta.
-"¿Bella?" La voz de Dominic Zort sonaba cerca.
-"Tu fuiste una informante, ¿no es así?"
Se tragó un gemido de dolor. Edward le gruñó suavemente, pero sus
manos eran brutales en sus brazos.-"Sí," ella jadeó. -"Le
conozco". Edward volvió a gruñir.
-"Edward" Carlisle Cullen con voz ronca le dijo.-
"Suelta a esa mujer ahora!"
El apretón de Edward se alivio, pero no renuncio a su presa.
Retrocedió unos centímetros y sus labios se apretaron para ocultar sus dientes
caninos. Él respiró hondo por la nariz, pero no apartó la mirada de Bella.
Edward. Sí, ese nombre se ajustaba a la expresión de sus ojos.
-"Ella formaba parte del personal de Mercile. Fue enviada
para trabajar encubierto cuando los rumores acerca de las pruebas salieron a la
superficie. Trataron de introducir dentro de Mercile a agentes encubiertos pero
nunca los contrataron. Ella solo era una enfermera en su oficina corporativa y
trabajo muy duro para que la trasladaran a ese lugar infernal. Tuvo que
averiguar si esos rumores eran ciertos y conseguir las pruebas suficientes para
sacaros de ese lugar." Dominic Zort habló rápidamente. -"Yo no sabía
que ella trabajaba con la Justicia. Victor Helio nunca escribió en el informe
nada que indicara que ella le había hecho daño a la nueva Especie o algo que
indicara que trabajaba con ellos. "la voz de Dominic Zort se mantuvo
tranquila y fresca. -"Su nombre es Bella Swan y es la encargada de los
dormitorios de las mujeres. Ella arriesgó su vida todos los días al espiar a
Mercile por vosotros. Ella sabía que la matarían si la descubrían y aun así
consiguió reunir las pruebas suficientes para impedirles continuar con lo que
os estaban haciendo. "
-"Deja que se vaya." el jefe de seguridad dijo
suavemente pero la orden fue evidente.-"Cálmate, Edward. Te entiendo.
¿Escuchaste lo que te ha dicho? Trabajó allí para ayudar a la policía a reunir
las pruebas que necesitaban. Ella ayudó a salvaros".
Edward continuó mirándola. Ella estaba segura de que no le
importaba los motivos del por qué había estado allí. Ella sabía que él la
odiaba por inculparle de la muerte de Jacob y no le culpaba por ello. Lo había
hecho para salvar su vida, pero eso no aliviaría la culpabilidad del delito que
cometió en su contra.
-"¿Bella?" Habló el director Vulturi. "¿Exactamente
en que consisto tu trabajo en el centro de investigación? y ¿que le hiciste a
este hombre? "
Mierda. Bella trago. Y vio como los ojos de Edward se oscurecieron
aún más.- "Mi trabajo consistía en crear los gráficos", explicó en
voz baja.-"Ellos me entregaban una lista con los resultados de las
muestras de sangre y saliva y yo tenía que dibujar el gráfico. "
-"¿Por qué la odias tanto? ¿Te hizo ella personalmente daño
de alguna forma? "la voz del Director Vulturi voz se elevó con
indignación.- "¿Te hizo daño?"
Bella miró a Edward. Si ella hubiera sido asaltada sexualmente no
querría que lo supieran la gente a su alrededor. Era un hombre orgulloso y
probablemente eso no era algo que quisiera compartir con toda la sala. Ella
tendría que explicarle a todo el mundo el por qué había matado al técnico si él
les explicaba el motivo por el cual estaba tan enojado. Ella vaciló.
Y los ojos de Edward se estrecharon hasta convertirse en rendijas
cuando soltó un gruñido de su pecho.-"No"
-"¿Edward?" Le dijo Carlisle Cullen con una voz
inusualmente profunda.- "¿Qué te ha hecho para que quieras hacerle tanto
daño? ¿Ella te obligo a tomar los medicamentos? "
-"Bella explícate" le exigió el director Vulturi.
-"Tuve que extraerle sangre para unas pruebas", mintió.
-"Tuve que infligirle dolor." Esa parte era verdad. Ella sabía que le
había causado una gran angustia emocional con lo de Jacob mientras permanecía
indefenso en el suelo de su celda.-"Tampoco le gustaba que le tomaran
muestras."
Él le gruñó a ella en respuesta.
Ella no apartó su mirada de la de él.-"Lo siento mucho, pero
no tuve elección. Sabía que la ayuda llegaría si conseguía entregarles las
pruebas. Hice lo que tenía que hacer para poder rescatarte. Estabas tan cerca
de ser libre. "Más lágrimas corrieron por su cara. "Lo siento mucho.
Sólo quería salvarte. "
Edward estaba frente a la mujer que le había traicionado. Nunca
había esperado encontrarla de nuevo. Ella trabajaba en el Homeland y ahora
tenia sus manos sobre ella. Ahora era libre y no estaba sujeto por las cadenas.
Aun así tuvo que luchar consigo mismo para decidir que debía hacer con ella.
Una pequeña parte de él quería romperle el cuello, mientras que el resto,
quería tirar de ella contra su cuerpo y mantenerla. No quería soltarla.
Seguía disgustado y nunca olvidaría lo que le hizo dentro de esa
celda. Nunca olvidaría ese día o el día que le siguió. Carlisle le exigió de
nuevo que la soltara, pero las manos de Edward se negaron.
Que ella trabajara con las Nuevas especies, le enfurecía. Ella
había sido la peor. Su mirada azul le hizo confiar en que nunca iba a hacerle
daño. Sus dedos se flexionaron sobre su piel suave cuando inhaló el aroma que
le había perseguido demasiadas noches.
Su mirada azul parecía más hermosa de lo que recordaba y se
encogió interiormente mientras observaba las lágrimas dentro de sus ojos y las
que se deslizaban por los lados de su cara. Ella sabia que él la lastimaría.
Y él lucho contra su derecho de vengarse y contra el daño que le
causaba ver su dolor.
Cuando hablo para decirles a todos que no le hicieran daño, lo
confundió más. Bella era su enemiga, entonces ¿por qué intentaba protegerlo?
-"Edward", le susurró Carlisle. -"Es una
mujer".
No necesitaba que nadie le dijera cual era el sexo de Bella. Su
dulce aroma a fresas y vainilla le daba ganas de gemir y enterrar la nariz en
su piel para descubrir exactamente dónde se originaba. Se pregunto si su
producto para el cabello o su gel de baño despedía ese olor tan tentador. El
querer saberlo le enfureció más. Le sorprendió el hecho de que hubiera estado
trabajando en contra de su enemigo. Podía entender el por qué había estado
trabajando para las instalaciones, pero no podía dejar de lado ese sentimiento
de traición que sintió cuando le abandono dentro de esa celda.
Tampoco podía olvidar las consecuencias a las que tuvo que hacerle
frente por culpa de sus acciones.
¿No se daban cuenta del daño que le había hecho? él no quería
explicar el por que de su ira. Eso originaria muchas preguntas y ya sentía
demasiada vergüenza sin ellas. No quería que nadie conociera la humillación que
sufrió o la impotencia que sintió durante todos los años que le mantuvieron
encerrado.
Era de una nueva especie y mientras estuvo prisionero, él mantuvo
el control de su mente aunque ellos controlaron su cuerpo. No pudo impedir el
ataque del técnico mientras estaba impotente en el suelo. Cuando ella se acerco
traumatizada por lo que le habían hecho, sintió como su cuerpo respondió ante
su cercanía. Ella le había encendido a pesar de lo horrible de la situación. Y
él no quiso reaccionar a ella de esa manera. Eso hizo aún más imperdonable su
traición. Había bajado la guardia y entonces ella le había hecho daño.
Reconoció que había perdido el control otra vez cuando sin
pensarlo la había agarrado.
Ahora simplemente se negaba a soltarla. Y el dolor que se
reflejaba en su rostro le hizo darse cuenta de la fuerza con la que le agarraba
los brazos. Le horrorizo el hecho de haber golpeado su delicada piel. Él
debería querer matarla y sin embargo quería darle un masaje para aliviarle el
dolor o incluso disculparse y eso le disgustaba.
Se había ganado honradamente el trabajo de ser el segundo al mando
de su pueblo.
Ahora debería ser el ejemplo de que las Especies podían vivir en
paz con los humanos y sin embargo, estaba aterrorizando a la pequeña mujer que
le había perseguido desde que había sido liberado.
Siempre se había preguntado el qué había sido de ella. Incluso
había utilizado su nueva autoridad para buscarla en la lista de los empleados
arrestados de Mercile. Había recordado los días en su celda... sólo para verla
de nuevo. Un gruñido desgarró su garganta y supo que tenía que alejarse de ella
antes de que perdiera el poco control que había recuperado.
Necesitaba pensar y recuperar el control que había perdido al
encontrarse con Bella. Él nunca perdía la calma. Otros consideraban que tenía
buen carácter. Su pueblo dependía de él. Le habían elegido por lo que guardaba
en su corazón y por que lo escondía muy bien.
Se quedó mirando a Bella y se ordenó abrir las manos,
independientemente de que su instinto le gritaba que no la soltara. Aflojó las
manos y se aparto de Bella como si el simple hecho de tocarla le quemara. Se
dio la vuelta y se aparto de los demás.
Bella se quedo inmóvil en la mesa hasta que alguien tocó su
pierna. Le sorprendió que Edward le permitiera vivir. Darren se trasladó junto
a ella y suavemente la ayudo asentarse.
Miro a los rostros atónitos de los hombres que la rodeaban y
rápidamente se secó las lágrimas. Ella le busco con la mirada, pero él ya había
desaparecido.
-"¿Señorita Swan? "El hombre que le hablo era casi tan
alto como Edward. Tenía los hombros anchos y llevaba el pelo largo recogido en
una coleta. Sus ojos eran de un color negro azulado y se parecían a los de un
gato. Él iba vestido con un traje de chaqueta pero nada podría ocultar las
vibraciones peligrosas que proyectaba.-"Me disculpo por lo que
Edward..." Hizo una pausa. "-Te ataco. Yo soy Carlisle Cullen y haré
que Edward sea castigado por lo que ha hecho aquí. ¿Te hizo daño? "Su mirada
exótica y desconcertante lentamente se deslizó por su cuerpo.
-"Estoy bien" mintió Bella en voz baja. Su corazón se
rompió en pedazos cuando el hombre con el que se había obsesionado volvió a
entrar en la sala. Resistió el impulso de correr tras Edward y rogarle que la
escuchara. Necesitaba pedirle disculpas de nuevo por lo que le había hecho.
Quería hacer las cosas bien con él y el no poder hacerlo, le dolía.
En cambio, se quedó mirando al gran macho que le bloqueaba el
camino. En la actualidad era una amenaza para Edward y ella necesitaba
controlar la situación .Bella trató de no mirar boquiabierta a ese hombre tan
guapo con esos ojos tan fascinantes. -"Por favor no le castigues".
Ella le rogaría si hiciera falta. Era lo menos que podía hacer para que Edward
no tuviera problemas.-"Su ira está justificada. Confía en mí. Yo no lo
habría culpado si me hubiera matado. "
El rostro del hombre palideció mientras la miraba. Sus hombros tan
amplios se relajaron.-"Tal vez deberías ser excusada de esta reunión. Has
sufrido un trauma y estoy seguro de que alguien de aquí te podrá informar
mañana. Después de que te hayas recuperado".
El Director Vulturi avanzó. -"La sacaremos del Homeland de
inmediato señor Cullen. Por favor, acepte nuestras disculpas. "
El terror lleno a Bella. Se había mudado a un nuevo estado para
ser parte del proyecto de ayuda a las nuevas especies y ahora ¿iba a perder ese
trabajo? No culparía al director Vulturi por despedirla teniendo en cuenta las
circunstancias. El Homeland se le había otorgado a las nuevas especies como un
refugio seguro por los abusos que habían sufrido. Tener a alguien que les
recodara esos momentos, violaría ese concepto.
Carlisle frunció el ceño mientras miraba a director Vulturi.-
"El despedirla no será necesario.
Ella salvó a nuestro pueblo de esas instalaciones y no vamos a
agradecérselo apartándola de este proyecto. No es nuestra forma de agradecerle
su ayuda. El Homeland es nuestro ¿No es así? "
La boca del director Vulturi se abrió de golpe. -"Pero Edward
la odia y es su segundo al mando."
-"Edward se ocupará de su ira." Carlisle miró entonces a
Bella. La expresión dura de su rostro se había suavizado. -"Váyase a
descansar Sra. Swan. Su trabajo esta asegurado. Puedes seguir dirigiendo los
dormitorios de las mujeres. Y le agradezco la comprensión que ha mostrado tras
el comportamiento de Edward".
Bella quiso escapar en cuanto le ofreció esa oportunidad. Ella se
bajo de la mesa. Las rodillas le temblaban, pero mantuvieron su peso una vez
que se puso de pie. Ella bajo la cabeza y mantuvo la mirada en el suelo
mientras se dirigía rápidamente hacia el pasillo.
Una vez fuera de la sala de conferencias, se apoyó contra la pared
y se tapó la cara con las manos. Su cuerpo tembló por completo. Le llevo un
minuto recuperase y finalmente camino hasta la puerta que daba al exterior. El
416 había sobrevivido y ahora había adoptado el nombre de Edward .Peor aún, era
el segundo al mando de Carlisle Cullen. Ella se estremeció cuando salió. El
guardia armado le frunció el ceño, pero no le dijo nada cuando se dirigió hacia
su carro de golf.
Carlisle Cullen dirigía la Organización de las nuevas especies. Su
pueblo le había votado para conducirlos. No solo era la cara y la voz de las
Nuevas especies, también había sido nombrado miembro del consejo que
representaba a los grupos de los sobrevivientes. Un sobreviviente de cada una
de las cuatro instalaciones de pruebas se había convertido en un miembro del
consejo. La Oficina de Estadísticas proclamo su propio gobierno cuando recibió
el respaldo de los Estados Unidos Estados en su lucha contra la independencia.
El hecho era que el gobierno había financiado, sin saberlo, las
instalaciones de pruebas mediante numerosas becas para sus investigaciones. Y
estas instalaciones habían utilizado el dinero de los contribuyentes para
ayudar a crear las nuevas especies y durante décadas practicaron con ellos en
nombre del perfeccionamiento de los medicamentos y las vacunas. Ahora una gran
cantidad de ese dinero fue depositado en las manos de las nuevas especies. La
nueva base militar les fue donada para sus casas y se rumorea que ese gran
gesto del gobierno había sido para salvar las apariencias y obtener el favor de
la opinión pública.
Bella estaciono el carro de golf frente a la residencia y se bajo.
Se frotó los brazos doloridos y se encamino a las puertas delanteras. Casi las
había alcanzado cuando se le erizo el vello de la nuca. Ella saco la tarjeta de
identificación y poco a poco giro la cabeza para mirar por encima de su hombro.
Un hombre se escondía bajo la sombra de un árbol al otro lado de la calle y
estaba observándola. Sabía que era Edward aunque no pudo verle la cara. Se
quedaron mirándose fijamente, pero ninguno de los dos se movió. Bella se mordió
el labio y se pregunto si debía acercarse a él. Podría disculparse de nuevo por
lo que le había hecho y tal vez explicarle el por que de sus acciones de aquel
día. Se quedo inmóvil mientras luchaba contra la necesidad de hablar con él y
contra el temor a que no se hubiera calmado.
Él no se movió y ella no pudo hacer que sus piernas se movieran.
El recuerdo de su rabia y de sus manos apretándole los brazos hizo que no
quisiera hablar con él en ese momento. Gano el miedo .Bella se volvió hacia la
puerta y la abrió con la tarjeta. Entro y la cerró detrás de ella. Se dirigió
hacia el ascensor con esa misma sensación de que alguien estaba observándola.
Sabía que él podía verla por las ventanas desde donde estaba.
Cuando las puertas del ascensor se cerraron se dejo caer contra la
pared. La había dejado ir, pero ahora él sabia donde vivía. Edward también
estaba trabajando en El Homeland y probablemente estaría viviendo en una de los
edificios reservados para el consejo y los miembros de alto rango de la nueva
especie. Maldita sea.
El ascensor sonó cuando se detuvo en el tercer piso donde ella
vivía sola. Una vez que todas las mujeres fueran trasladadas a la residencia el
edificio estaría completo. Pero hasta el momento en la tercera planta estaba
sola y eso en este momento, no le gustaba nada.
El edificio es seguro, se recordó. Las únicas personas que tenían
acceso al edificio eran las residentes y los guardias de seguridad asignados
para vigilarlo. Ni siquiera los miembros del consejo tenían acceso y Edward no
sería capaz de entrar. Había dejado las luces encendidas en el pequeño
apartamento y las puertas del balcón estaban todavía abiertas. Ella se encamino
hacia ellas rápidamente para cerrarlas. Nadie podría entrar por el balcón, pero
en este instante le importaba una mierda la lógica.
Se desnudo y observo las marcas que Edward le había dejado en los
brazos. Entro en el cuarto de baño para ducharse. Edward había sobrevivido! Ese
pensamiento daba vueltas dentro de su mente mientras las lágrimas se le
deslizaban por las mejillas.
Si ese día no nunca hubiera ocurrido... No habría tenido la
oportunidad de conocerlo. Él podría llegar a sentir... Sus ojos se cerraron por
el dolor. ¿Qué?¿ Podría él enamorarse de ella o ella de él? Era una locura
incluso el considerar esa posibilidad. Ni siquiera se conocían y eso no
cambiaría .Él la odia. Se lo había dejado muy claro cuando la golpeó contra la
mesa.
Bella se limpió las lágrimas. No podía borrar lo que le había
echo, solo esperar que algún día él la perdonara. Entonces tal vez…
-"Maldita sea, no te hagas esto a ti misma", susurró en
voz alta mientras sacudía la cabeza.
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